A alguien que lea estas líneas le puede parecer extraño, en especial si vive en un pequeño pueblo, pero los aficionados a la Astronomía que vivimos en la ciudad y debido al temprano toque de queda, hemos sido privados del contacto con las estrellas. Poco daño podemos hacer nosotros estando solos en el campo para disfrutar de nuestra afición, pero bueno, las reglas son para todos o así debería ser. Tras casi 5 meses sin poder visitar nuestro observatorio en Lodoso, ya no podía mas y me acerqué allí hace unos días para saciar ese deseo. Sabía que desde el crepúsculo astronómico hasta el momento de empezar a recoger el equipo, solo tenía una hora para poder retomar mis ganas de fotografiar el cielo nocturno. No era la mejor noche, pero además ahí arriba justo en el meridiano, estaba Orión el cazador, no podía dejar que terminara el invierno y de nuevo se escondiera tras el Sol, sin al menos intentar hacerle una instantánea con mi cámara. Ya puedes esconderte Orión, yo al menos ya he saciado mi sed, pero solo por este invierno maldito y seguro además, que volveremos a vernos de nuevo.
Fuentes:
- Datos de la fotografía
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