Los astrofotógrafos tenemos dos formas de conseguir plasmar en una imagen la vía láctea al completo, desde un horizonte, al horizonte opuesto. Una como visteis anteriormente, es a base de construir un mosaico a base de pequeños trozos de cielo y la otra, algo menos complicada, es utilizar un objetivo ojo de pez que abarque 360 grados de campo. Este objetivo nos dará una imagen circular y nos mostrará todo el cielo, no solo la vía láctea. Es una buena forma de ver también de un vistazo, las fuentes de contaminación lumínica del entorno. En este caso Burgos destaca con diferencia, pero aún así no puede apagar el brillo de los planetas Júpiter y Saturno. También podemos apreciar el exterior del observatorio Mizar e incluso el interior de Alcor. La vía láctea a pesar de la cercanía de la ciudad, se define bastante bien partiendo casi en dos mitades iguales el cielo de Lodoso.

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